Cómo ir de Marrakech a Dakhla
Viajar entre Marrakech y Dakhla es una auténtica odisea a través de la diversidad geográfica y cultural del reino cherifiano.
El trayecto entre Marrakech y Dakhla ofrece varias alternativas de transporte, cada una de ellas adaptada a necesidades específicas en términos de presupuesto, tiempo y experiencia de viaje. La considerable distancia de unos 1 400 kilómetros requiere una planificación cuidadosa para optimizar su viaje según sus prioridades personales.
En avión
La aviación sigue facilitando la conectividad entre Marrakech y el aeropuerto de Dakhla, aunque actualmente ya no se operan vuelos directos. Hoy en día, Royal Air Maroc ofrece el principal enlace entre las dos ciudades, con un vuelo que incluye una escala en Casablanca. La duración total del viaje es de unas 5 horas, incluyendo la escala, lo que lo convierte en un medio cómodo y relativamente rápido de llegar al sur de Marruecos.
El viaje comienza en el aeropuerto de Marrakech Menara, un centro moderno y bien comunicado situado a pocos kilómetros del centro de la ciudad. Tras una breve conexión en Casablanca, la llegada al aeropuerto de Dakhla ofrece un cambio total de escenario: aquí, las influencias saharianas se mezclan con el ambiente marino del Atlántico.

Las tarifas parten de 200 € (unos 2 200 dirhams), con posibles variaciones según la temporada, la antelación de la reserva y la flexibilidad de las fechas. Este servicio aéreo es un excelente compromiso entre comodidad, rapidez y eficacia, sobre todo para los viajeros con poco tiempo o que desean evitar largos trayectos por tierra.
En autobús
El transporte en autobús sigue siendo la opción más asequible para llegar a Dakhla desde Marrakech. Con tarifas que parten de unos 60 € (630 MAD) y llegan hasta los 1 000 MAD según la clase de servicio elegida, esta solución permite a un amplio abanico de viajeros acceder a este destino excepcional.
Entre las principales compañías operadoras figuran CTM y Supratours a través de ONCF VOYAGES (dos referencias nacionales reconocidas por su fiabilidad y su amplia red). Estos operadores ofrecen varias salidas diarias desde las estaciones de autobuses específicas de Marrakech (no muy lejos de la estación de tren de Marrakech), lo que proporciona flexibilidad a la hora de planificar el viaje.
El viaje dura unas 25 horas, dependiendo de la compañía, las condiciones del tráfico y el número de paradas realizadas. Esta duración considerable se explica por la necesidad de atravesar regiones con infraestructuras a veces limitadas y condiciones climáticas variables.
El confort de los vehículos varía mucho según la compañía y la clase de servicio elegida. Los autobuses modernos suelen ofrecer aire acondicionado, asientos reclinables y pausas regulares para descansar y refrescarse. Algunas compañías ofrecen servicios premium que incluyen aperitivos y un espacio más generoso.
Esta opción ofrece la ventaja de descubrir los diversos paisajes de Marruecos, desde las estribaciones del Atlas hasta las extensiones del Sáhara. El viaje se convierte así en una experiencia inmersiva que permite captar la riqueza geográfica del territorio marroquí.
En coche
Viajar en coche privado ofrece una libertad incomparable para explorar la ruta Marrakech – Dakhla a su ritmo y según sus propios intereses. Esta opción le permite adaptar la ruta, hacer desvíos espontáneos y descubrir lugares notables que a menudo pasan desapercibidos en los circuitos turísticos tradicionales.
La distancia de unos 1.400 kilómetros requiere entre 15 y 20 horas de conducción real, sin incluir las pausas imprescindibles para descansar, comer y explorar las regiones por las que se pasa. Esta estimación varía en función del estado de las carreteras, el tráfico y el número de paradas.
Los costes asociados incluyen principalmente el combustible, estimado entre 150 y 200 € (1 500 y 2 000 MAD), los posibles peajes y el desgaste del vehículo. Esta estimación fluctúa en función del tipo de vehículo, el consumo, el precio del combustible y los hábitos de conducción.
La ruta atraviesa paisajes espectaculares, como las regiones presaharianas, los oasis tradicionales y las notables formaciones geológicas del sur de Marruecos. Este viaje permite comprender en profundidad la diversidad territorial del Reino y sus transiciones climáticas graduales.
Conducir por las regiones saharianas exige adaptarse a condiciones específicas: temperaturas extremas, posibles tormentas de arena y, a veces, una infraestructura viaria limitada. Anticiparse a estos retos contribuye a una experiencia de viaje satisfactoria y memorable.
La preparación del vehículo es un aspecto crucial de esta aventura. Comprobar los sistemas mecánicos, abastecerse de las piezas de repuesto esenciales y llevar equipo de seguridad garantizan una experiencia segura y sin estrés.